Lubitsch & Linklater

Leo agradecido que el próximo Festival de San Sebastián va a dedicar su principal retrospectiva al trabajo del director alemán Ernst Lubitsch. Me parece muy acertada esta decisión, y más todavía que hayan decidido celebrar el ciclo en el 2006, año en el que se cumple el centenario del nacimiento de Billy Wilder. A primera vista no tiene nada que ver un tema con otro pero lo cierto es, mis queridos cinéfilos, que Wilder fue el discípulo de Lubitsch.

A pesar de este ciclo tan necesario en estos días de cine sin ideas es indignante que la retrospectiva esté dedicada a la época muda del cine de Lubitsch. Es cierto que los amantes del cine mudo consideran a Lubitsch uno de los maestros de este silencioso modo de representación, sin embargo, si queremos recuperar del olvido la obra de este director creo que el cine mudo debería quedar en un segundo plano.

Y es que la mayoría de sus películas mudas son melodramas históricos de magnitudes económicas gigantescas. Se olvidan de que si Lubitsch fue especialista en algo fue en el género cómico, tanto, que solo una de sus películas del periodo sonoro, Remordimiento, es un drama.

Es cierto que si no fuera gracias a Filmotecas, cine-clubs y Festivales de Cine no nos quedaría más remedio que pasar nuestros días sin descubrir nuevas formas de contar historias. Sin embargo, en esta ocasión creo que hay que ir por pasos. Primero se puede organizar un ciclo para descubrir el cine Lubitsch, que mudo o sonoro ha quedado muchas veces olvidado. Un director del que Wilder decía: “Lubitsch era capaz de sugerir más a través de una puerta cerrada que otros directores con la bragueta abierta”.

Ya que hablamos de noticias cinematográficas y de directores que pasan desapercibidos, me alegra saber que en el Festival de Cannes van a estrenarse dos películas del director estadounidense Richard Linklater. Quizás si os digo que ha dirigido Escuela de Rock y Una pandilla de pelotas no os atreveréis a ir al cine a ver sus nuevos trabajos. Sin embargo, el trabajo de Linklater no es sino el reflejo de los tiempos que corren. Y es que este director indie, que ha dirigido las originales, filosóficas y cerebrales Antes del amanecer o Waking Life no tiene más remedio que hacer caja para poder más tarde dar rienda suelta a sus valiosas (pero no comerciales) historias.

Ahora en Cannes estrena Fast Food Nation y A Scanner Darkly. La primera está basada en un libro del coguionista Eric Schlosser, la cinta trata de analizar la poderosa industria de la comida rápida (esperemos que con mayor rigor que la amena bufonada Super size me), así como las consecuencias medioambientales, sociales y sanitarias de tan provechoso negocio. Por la pantalla de Fast food nation aparecen actores como Patricia Arquette, el muso de Linklater Ethan Hawke, Greg Kinnear, Kris Kristofferson, el sucedáneo de punk Avril Lavigne o Catalina Sandino Moreno.

La segunda película se estrena en la sección Une certain regard. Linklater vuelve a combinar la imagen real y la animación superpuesta, a la manera de Waking life. Se trata de una adaptación de una novela de Philip K. Dick. Keanu Reeves, Winona Ryder, Robert Downey Jr. o Woody Harrelson son los actores que se han prestado a animar sus rasgos para la ocasión en un thriller de ciencia-ficción y corte existencialista que imagina un futuro en el que dos de cada diez estadounidenses han sido contratados por el gobierno para vigilar a los 8 restantes en nombre de la seguridad nacional y de la guerra contra el consumo de estupefacientes.

Da gusto de vez en cuando encontrarse este tipo de noticias por la Red.